miércoles, 21 de septiembre de 2011

Equinoccio de Otoño : Mabón


Durante el equinoccio de Otoño, el sol hace un recorrido cruzando el Ecuador y pasando del hemisferio norte al hemisferio sur, dando lugar a este evento, en el cual el día y la noche son iguales en todo el planeta. La palabra equinoccio proviene del latín "aequus" que significa igual y "nox", noche. Todos los años, alrededor del 21 de marzo y el 22 de septiembre, se presentan  (en el hemisferio norte) estos fenómenos conocidos como el Equinoccio de Primavera y el Equinoccio de Otoño respectivamente.
Místicamente es un tiempo de balance mágico; de Ostara a Mabón, es el mejor periodo para la magia proyectiva, o sea trabajar con fuerzas exteriores hacia fines exteriores. También el trabajo mágico sobre fuerzas internas buscando afectar a la propia persona, se trabaja de Mabón a Ostara.  Este sabbat también es llamado "última cosecha", pues aunque la cosecha comenzó a recogerse en Lughnassadh, es en Mabón donde se completa, y se agradece por lo recogido, pidiendo una buena cosecha para el próximo año. Es tiempo de descansar luego de la ardua tarea. Es momento de mirar hacia atrás, reflexionando sobre los esfuerzos del pasado y alegrándonos por un trabajo bien hecho. Junto con la cosecha juntamos las semillas que contienen la promesa de la nueva vida en primavera; es el misterio de la vida en la muerte.
 En las estaciones de la Diosa, según Graves, es la etapa de reposo luego del trabajo duro del verano, mientras su embarazo avanza. A partir de Mabón, el Dios de la luz es vencido por su gemelo, el dios de la oscuridad; es el momento en que la noche conquista al día. Mientras se mueve la rueda del año, nos preparamos para un funeral. El Dios, quien nació de la diosa en Yule pasado, es ahora un hombre maduro, todavía fuerte en su intelecto pero atrapado en un cuerpo que se debilita. Sabe que va a morir en Samhain y mira con nostalgia su vida pasada. Se prepara para dejar su cuerpo físico y comenzar la gran aventura en el mundo de lo no visto hacia la renovación y renacimiento. La diosa se compadece del sol que se debilita aunque el fuego de su propio ser quema dentro de su vientre, esperando renacer en Yule. Por eso nosotros también recordamos y sabemos que todo debe terminar, para luego renacer.

* Texto : Morgana, especialista en Wicca




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