lunes, 11 de agosto de 2014

La Malaquita


Malaquita
La Malaquita es una de las piedras conocidas más antiguas y se ha usado durante miles de años por sus propiedades curativas y transformadoras. En tiempos del antiguo Egipto, la Malaquita era para las clases altas una de las principales piedras energéticas. Servía de fuerza básica para ayudarles a canalizar energías mayores hacia el planeta. Los faraones solían cubrir el interior de sus tocados con la Malaquita, y pensaban que les ayudaría a gobernar sabiamente. La Malaquita también se pulverizaba y se empleaban sus polvos para mejorar las vista, la visión interna; estos polvos de Malaquita se empleaban también en cosmética.
La Malaquita desempeña diversas funciones para personas diversas. Si una persona ha evolucionado notablemente y obra por la humanidad, la Malaquita le ayudará a cimentar energías mayores en el planeta. Para quienes estén viviendo un proceso de purificación, la Malaquita actúa como purgante  y como espejo del subconsciente, donde queda reflejado cuando deba purificarse.
La Malaquita personifica el verde curativo oscuro de la naturaleza y representa la belleza innata de las hierbas terrestres, flores, árboles, raíces y plantas. Es una piedra densa y opaca: absorbe la energía en lugar de emitirla. Es por tanto idónea para colocar en las zonas enfermas o doloridas, para extirpar la energía negativa y sacar a la superficie las causas físicas y emocionales de la dolencia. Debido a sus propiedades absorbentes, es importante purificarlas después de su  uso, ya que se pueden volver apagadas y mortecinas, y perder todo su poder por si ingieren demasiada energía negativa. El modo más eficaz para purificar la Malaquita consiste en colocarla en una gran Drusa de Cuarzo durante, al menos, tres horas. También puede purificarse según el método agua/sol, pero no es aconsejable usar sal, ya que se trata de un mineral muy suave y puede rayarse con facilidad.
La Malaquita es como un buen amigo bueno y honrado: siempre te dirá la verdad sobre ti mismo y te ayudará a sacar a relucir lo desconocido o invisible para lamente consciente. Por su habilidad en descubrir lo oculto, la Malaquita se ha considerado a menudo piedra tabú. Cuando se usa, se lleva o se medita con ella, la Malaquita arroja, muestra o refleja cuanto impida el crecimiento espiritual. Por lo tanto la Malaquita siempre debería usarse con respeto y conocimiento de sus efectos purificadores. Esta piedra de poder es perfecta para la meditación pues ayuda a equilibrar y liberar los residuos que ella misma hace salir a la superficie.
En definitiva, la Malaquita es una piedra curativa y puede usarse en cualquiera de los chakras o cualquier parte del cuerpo. No obstante, sirve prioritariamente en el plexo solar para aclarar las emociones estáticas o reprimidas. Cuando el plexo solar está abierto, la energía podrá moverse libremente entre los chakras superiores e inferiores. Cuando se coloca directamente sobre el punto del plexo solar, la tensión del diafragma queda liberada y se restablece la respiración profunda y completa. Con ello se equilibra la energía entre el centro del corazón y el chakra del ombligo, creando un estado físico y emocional de bienestar.  Cuando la Malaquita se mezcla con otros minerales, cambia su carácter y deja de manifestar las líneas, círculos y patrones definidos que manifiesta cuando expresa su verdadera naturaleza. Como en todas las relaciones, debe ceder  una parte de su propia identidad para fusionarse con otra piedra. La Malaquita es un compañero ideal, dispuesto y deseoso de entablar una relación con dos piedras que también están deseando cooperar con ella: la Azurita y la Crisocola. Tanto la Azurita como la Crisocola manifiestan diferentes matices de azul, cada uno con la capacidad de fusionarse con el potente verde color de tierra de la Malaquita. Uniéndose, nacen nuevos entes- que heredan características y objetivos propios.

MALAQUITA-AZURITA
Malaquita con Azulita


Cuando la Malaquita y la Azurita se unen, el azul oscuro de la Azurita se suaviza gracias a los matices verdes y curativos de la Malaquita, creando así una piedra con poderes terapéuticos acrecentados. La Malaquita cede parte de sus minuciosas habilidades a favor del azul oscuro de la Azurita y renuncia a parte de su poder y claridad, generando un taro más claro y calmante.
Esta combinación de piedras sirve para casos en que la Malaquita ola Azurita por sí solas  no sabrían curar una zona obstruida o congestionada. El trabajo en común da como resultado una curación y asimilación mayores. La Azurita penetra y pone energía en circulación. Con su compañera la Malaquita, el proceso se consolida. La Malaquita-Azurita calma el estado de ansiedad que suele acompañar una enfermedad física, de modo que pueda tener lugar el proceso curativo. La mezcla de azul y verde alivia y hace posible esta curación. Trabajan como una unidad: el azul penetra y el verde pone en marcha la energía curativa.
Cuando se usa en el tercer ojo para purificar el subconsciente, es posible que muchos pensamientos y sentimientos pasados irrumpan en la conciencia. Estos pensamientos cargados emocionalmente pueden neutralizarse y liberarse, generándose así un estado mental más lúcido. La Azurita penetrará a través de los estados mentales negativos (depresión, ansiedad, etc.) para iniciar una experiencia intuitiva.
Cuando uses esta piedra contigo mismo o con otros, estate preparado para liberaciones emocionales y desintoxicaciones físicas. No dudes en dirigirte a ti mismo y a tu pareja con meditación, simpatía o abrazos, ya que el proceso de purificación puede exigir tales intervenciones.

MALAQUITA-CRISOCOLA

* Grupo de cristales de Malaquita, muy definidos y algunos de ellos biterminados, cuyas formas corresponden a cristales preexistentes de Azurita que han sido completamente pseudomorfizados por Malaquita. La base del cristal es una fina capa de cristales, muy brillantes, de Crisocola. Esta asociación es muy rara en Milpillas y sólo han llegado al mercado algún ejemplar.
Milpillas Mine, Cananea, Sonora México (2008)
La unión de la Malaquita y la Crisocola es una unión ciertamente especial. El verde oscuro de la Malaquita y el  azul celeste de la Crisocola se combinan en armonía para crear un equilibrio obvio del espectro de color azul-celeste. En presencia de las energías femeninas de la Crisocola, la Malaquita suaviza su fuerza, a menudo, hasta el punto  de volverse traslúcida. La Crisocola también sacrifica aspectos de su naturaleza volviéndose pasiva ante la Malaquita. Haciéndolo, la Crisocola consigue el potencial necesario para aumentar en vibración y manifestar una transparencia de piedra preciosa. Cuando esto ocurre, aumenta el poder curativo, ya que entonces, la luz es capaz de brillar plenamente a través de la piedra. Cediéndose el paso y mezclándose, ambas piedras aumentan su frecuencia a un nivel raramente conseguido por separado. Armonizando sus aptitudes, ofrecen un servicio único para la renovación personal y planetaria.
Estas piedras simbolizan la totalidad y a menudo parecen tierras pequeñas; los verdes y los azules simbolizan la tierra y el agua. Resulta extraordinariamente beneficioso disponerlas en drusas de Cuarzo Transparente y ofrecer una oración por la paz mundial. De este modo, las energías del Cuarzo seguirán proyectando la imagen mental de la paz, mucho tiempo después de la oración.
Cuando se lleva o se coloca en una zona desequilibrada, la Malaquita-Crisocola presta su sentido de la paz y bienestar, comunicando este mensaje al cuerpo. Cuando se coloca en la zona del tercer ojo, lamente se vuelve apacible, ya que los patrones están neutralizadas.
Colocando una en el tercer ojo y otra en el plexo solar, la mente y el cuerpo se alinean. Y así se establece una relación que nos permite comunicarnos con mayor claridad y compasión.

* Fuente: "La Iluminación por los Cristales" - Katrina Raphaell.


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